SOMOS UNA ORGANIZACIÓN COMUNITARIA
COMPROMETIDA CON EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Somos una asociación comunitaria de base local, establecida bajo los principios del ecoturismo y los lineamientos del desarrollo sostenible; constituida por habitantes del corregimiento de La Florida con un alto sentido de pertenencia hacia el patrimonio natural, cultural y social del territorio; nuestra misión es promover el bienestar ambiental, socio-cultural y económico de la cuenca del río Otún a través de las actividades sostenibles en educación y servicios de turismo en naturaleza.
Suministramos a nuestros usuarios servicios de educación ambiental a partir de la interpretación del patrimonio, hospedaje, gastronomía, actividades de esparcimiento y recreación, consultorías, asesorías, talleres y construcción de equipamiento turístico.
Nos hemos visionado consolidar a Yarumo Blanco como un modelo nacional e internacional de asociación comunitaria, y gracias a nuestros visitantes, podemos construir el sueño de permanecer en el territorio; con nosotros, los valores bioculturales de la región.
La Asociación Comunitaria Yarumo Blanco es el resultado de la fusión de dos organizaciones comunitarias de base, la Cooperativa Multiactiva de Defensores del Medio Ambiente COOMDEMA y la Asociación de Intérpretes Ambientales Soledad de Montaña. Estas dos organizaciones jugaron un papel fundamental en el desarrollo del turismo comunitario en la cuenca alta del río Otún.
En el año 2000, se estableció una colaboración con Parques Nacionales Naturales de Colombia para aprovechar los atractivos e instalaciones del Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya. Esta colaboración permitió la apropiación social del conocimiento científico sobre la naturaleza y convirtió a este lugar en uno de los principales centros de investigación de la biodiversidad en Colombia, dando inicio a un turismo especializado para universidades e investigadores, operado por organizaciones comunitarias en una simbiosis entre Estado y Comunidad local.
Sin embargo, en el año 2005 llegó la concesión del Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, una política de privatización del gobierno nacional que resultó en la liquidación de COOMDEMA y en la adaptación de Soledad de Montaña para ejecutar proyectos con la Corporación Autónoma Regional de Risaralda CARDER en el Parque Regional Natural Ucumari.
A pesar de este panorama desafiante, en el año 2008 la concesión fracasó y Parques Nacionales Naturales de Colombia ya contaba con el programa de Turismo Comunitario, con experiencias implementadas en diferentes regiones del país. Esto favoreció la implementación de dicha estrategia en el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya y al mismo tiempo surgió el reto de agrupar las dos organizaciones en una sola.
Así nació, un año después, la Asociación Comunitaria Yarumo Blanco. Esta asociación se ha convertido en un referente en el turismo comunitario y en la conservación de la biodiversidad en la cuenca alta del río Otún. Su enfoque cooperativo y su compromiso con el cuidado ambiental del territorio fueron el capital semilla heredado de las organizaciones de base.
En el año 2009, se firmó un contrato de prestación de servicios con Parques Nacionales Naturales de Colombia, lo que brindó la oportunidad de desarrollar un proyecto compartido con más de 20 asociados y decenas de personas que se unieron al proyecto. Durante 10 años, se lograron conquistar grandes retos como el posicionamiento del Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya como destino obligado en el Eje Cafetero, cumplir el sueño a los asociados de viajar, conociendo otras áreas protegidas de Colombia, incluyendo La Macarena, Los Flamencos, Bahía Málaga y Chingaza.
En el año 2014, se obtuvo el Premio Nacional de Turismo Sostenible en la categoría 4 Beneficio a Comunidades Locales, lo que fue un reconocimiento al trabajo realizado en el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya y la cuenca alta del río Otún. Además, en el año 2016 se logró la certificación de sostenibilidad NTS TS 002 de Alojamientos Sostenibles, lo que demostró el compromiso con el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
Durante cuatro años consecutivos, se obtuvo el reconocimiento como Destino Verde del Mundo, lo que posicionó al Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya como un lugar destacado en términos de turismo sostenible. Además, se implementó la certificación internacional de turismo responsable TOURCERT, lo que reafirmó que las actividades turísticas se practicaron de manera responsable y respetuosa con el entorno natural.
En el año 2017, se firmó un nuevo convenio para operar el atractivo de la Cascada Los Frailes en colaboración con la Empresa Aguas y Aguas de Pereira. Esta alianza permitió diversificar el turismo en la zona y ampliar los beneficios para la comunidad local y el ordenamiento ambiental del atractivo.
En el año 2018, se creó el Grupo Ecológico Los Yarumitos, lo que fortaleció el tejido social y reactivó un proceso de relevo generacional de guardianes ambientales en pro de la conservación y protección de la cuenca Alta del Río Otún
A pesar de los desafíos y dificultades que enfrentó la organización debido a la pandemia y al cierre de los atractivos turísticos en el año 2019, la Asociación no perdió la esperanza y continuó trabajando arduamente para mantenerse a flote. Durante los meses de cierre, se brindaron ayudas económicas y en especie a las familias de los asociados que se quedaron sin trabajo, lo cual fue un gran esfuerzo por parte de la organización.
Después de seis meses de cierre total, finalmente se logró reactivar los atractivos turísticos del Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya y la Cascada Los Frailes. Sin embargo, a pesar de esta reactivación, el turismo continuó desacelerado, lo que representó un desafío adicional para la organización.
En el año 2020, la Asociación tomó la difícil decisión de liquidar en definitiva el contrato de prestación de servicios con Parques Nacionales Naturales de Colombia. Esto significó que la operación turística de la organización quedó únicamente en la Cascada Los Frailes. Esta decisión fue tomada como parte de los esfuerzos por adaptarse a la nueva realidad y buscar alternativas para mantenerse activos.
El año 2020 fue sin duda un año de crisis para la Asociación. Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, la organización se mantuvo firme en su objetivo de resurgir como un proyecto social y ambiental. La recuperación fue lenta, pero la fe en el futuro y en la importancia de su labor ha sido un motor para seguir adelante.
En el año 2021, Yarumo Blanco logra consolidarse como un proyecto social y ambiental resiliente, a pesar de los desafíos que ha enfrentado. Gracias a la alianza con la Empresa Aguas y Aguas de Pereira y la Universidad Tecnológica de Pereira, se logra establecer una estación científica en la Hacienda Lisbran, ubicada en la vereda La Suiza.
Esta estación científica no solo permite facilitar y participar en investigaciones, sino que también ofrece turismo especializado. Los visitantes tienen la oportunidad de explorar y aprender sobre la biodiversidad de la zona, así como de participar en actividades de monitoreo de biodiversidad y educación ambiental.
A pesar de los desafíos y las crisis vividas, Yarumo Blanco ha demostrado una gran capacidad de resiliencia y ha fortalecido su relación con diferentes actores clave, como la Empresa Aguas y Aguas de Pereira y la Universidad Tecnológica de Pereira. Estas alianzas estratégicas han permitido no solo la supervivencia del proyecto, sino también su crecimiento y desarrollo.
Con una visión clara de promover la conservación ambiental y el desarrollo sostenible, Yarumo Blanco se ha convertido en un referente en la región. Su compromiso con la comunidad local, la protección de la biodiversidad y la promoción del turismo responsable ha sido fundamental para su resurgimiento como proyecto social y ambiental.
La historia de Yarumo Blanco, es un homenaje a la lucha de diferentes hombres y mujeres que han aportado al proceso organizativo desde diferentes talentos y capacidades, cada persona ha dejado un aporte invaluable en la consolidación de un proyecto que representa el compromiso por el cuidado de la naturaleza, también representa el empoderamiento territorial de una comunidad.
Custodias gastronómicas:
Detrás de cada plato que podemos degustar en nuestro restaurante se tejen historias que por generaciones han promovido la resignificación de la cocina tradicional campesina y están las manos cuidadoras de mujeres del territorio que generación tras generación llevan a nuestras mesas los sabores ancestrales de lo que es nuestro.
Nuestras recetas no contienen ningún químico y generan un mínimo impacto al ecosistema ya que se elaboran en materiales biodegradables a los que se les da un manejo especial para reducir los desechos
Un ejemplo de ello es nuestro fiambre envuelto en hojas de congo, tradicionalmente empleado para empacar y preservar el almuerzo de quienes salían al campo a largas jornadas de trabajo en la tierra. Estos no generan ningún desperdicio por lo que todo ello es utilizado como compost.
Intérpretes ambientales locales:
Nuestro equipo de Intérpretes ambientales está conformado por jóvenes que provienen de las siete veredas aledañas al corregimiento La Florida- Pereira. Es una generación heredera del acervo cultural que por generaciones se ha construido a través del estudio e interacción con los recursos naturales presentes en el territorio y las acciones de conservación que se tejen en relación a las fuentes hídricas y el bosque sub-andino: hogar de decenas de especies de flora y fauna silvestre.
Grupo/ semillero infantil Los Yarumitos:
A partir del conocimiento de nuestro patrimonio, desde la asociación se gestan diferentes procesos de educación y sensibilización ambiental, como es el caso del Grupo Ecológico «Los Yarumitos», un grupo aproximadamente de 20 niños y niñas entre los 5 y 14 años, los cuales son hijos, nietos, hermanos, sobrinos, primos, etc de los asociados de Yarumo Blanco y que por ende tienen algún vínculo con la cuenca del río Otún. El propósito de este grupo es formar el Relevo Generacional de los procesos ambientales de la misma.
Equipo de monitoreo, control y vigilancia:
Dentro de los ejercicios de conservación del patrimonio, como guardianes de los recursos naturales de la cuenca alta del río Otún contamos con un convenio con la empresa Aguas y Aguas de Pereira que nos impone el reto de realizar constantes recorridos por múltiples zonas estratégicas en las que se evalúan las fuentes de presiones que puedan generar un impacto en estas áreas de especial protección.
Logramos así, generar alertas oportunas para mitigar las acciones que puedan ocasionar alguna afección y sistematizar periódicamente información sobre la diversidad biológica y el estado de las fuentes hídricas.